Estos pequeños círculos de metal han llevado consigo grandes significados. Pero, ¿cómo pasaron de ser símbolos sagrados a convertirse en accesorios casuales del día a día? La historia de los anillos se remonta a las antiguas civilizaciones, donde cada pieza era un tesoro cargado de simbolismo. En el antiguo Egipto, los anillos se intercambiaban como promesas de lealtad y amor eterno. El círculo, sin principio ni fin, era el perfecto emblema de la eternidad, una promesa de vida continua más allá del horizonte visible.